domingo, 6 de abril de 2014

Al equipo del Pabellón Jado de Basurto


Cuando la enfermedad te pone en el filo de la vida, uno se da cuenta de que son mayoría los profesionales en la sanidad pública que se merecen el elogio ciudadano. En mi caso, he tenido la suerte de caer en manos de la doctora Pilar Gómez y su equipo en el Hospital de Basurto y no encuentro palabras para alabar su capacidad profesional y su total dedicación y entrega todos los días –repito, todos–, de mi larga convalecencia. También quiero resaltar el trabajo y el buen trato de todas las enfermeras y auxiliares del Pabellón Jado y del personal de la quinta planta de la Unidad de Reanimación. Y a la doctora Rosa Zabala y a su gente, comentarle que si existieran bolsas de drenaje para recoger el agradecimiento, la mía estaría a rebosar. Acabo con una petición para nuestros políticos y gestores públicos: si tienen que recortar, no lo hagan de aquí; a veces nos va la vida en ello.

JOSÉ A. VILLASANTE (El Correo 6/4/14)

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