lunes, 29 de junio de 2015

El cuento de nunca acabar o el de la marmota con label vasco


Hago un corta-pega del último boletín del SME. A que os suena. A que nadie se sorprende. Pues eso. Una cosa es ir a trabajar llorado y con ganas de marcha y otra no reconocer los imponderables de la situación. Esto es lo que hay

¿Hacia dónde camina la Atención Primaria en Osakidetza?

En una reunión con el personal de la unidad de AP, convocada para explicar los “grandes beneficios” de la unificación Primaria-Hospitalaria en el esquema de las Organizaciones Sanitarias Integradas, el ponente precisó que: “la Atención Primaria tiene que ganarse su puesto en la OSI….” Es una anécdota, pero resulta ilustrativa de la mentalidad con la que se están gestando las OSI. ¿Alguien se imagina la misma frase dirigida a los servicios hospitalarios?

Se camina hacia la subordinación absoluta de la Atención Primaria a las necesidades y conveniencias del medio hospitalario.Todos los síntomas apuntan en la misma dirección.

Las gerencias y direcciones proceden casi exclusivamente del nivel hospitalario con muy discreta presencia de mandos de origen extrahospitalario que, por otra parte, se encuentran siempre en el segundo nivel.

Los órganos de dirección se ubican en los hospitales lo que viene a incrementar la separación (física y mental) entre los sanitarios de AP y sus gestores.

El acceso del personal de AP a sus mandos, la transmisión y resolución de quejas y problemas, que ya era dificultosa por la dispersión del sector, se vuelve casi imposible cuando los órganos decisorios están alejados y subsumidos en una estructura que les resulta ajena y que por sus dimensiones, resulta además, impersonal.

Sin ninguna duda, la actual estructura física hospitalocéntrica de las OSI traduce una mentalidad paralela e irá dibujando (ya lo está haciendo) un modelo sanitario en el mismo sentido; un modelo en el que la AP va absorbiendo labores asistenciales “sobrantes” de unos hospitales sobrecargados, en detrimento del cometido propio. ¿Para qué hablar del derecho de la AP a tiempos y medios para docencia e investigación? Mientras el discurso oficial habla de incrementar el peso de AP en el sistema sanitario, los hechos caminan en sentido contrario.

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