martes, 12 de abril de 2016

Día de la Atención Primaria: De sus Sociedades, líbramos Señor


Esta última semana ha sido un sinvivir. Uno tras otro, los pacientes solicitándome posar para un selfie en clara muestra de adhesión a la campaña que han ideado nuestros próceres para dar relieve, lustre y esplendor a la Atención Primaria.

Tengo que reconocer que al principio tuve mis reparos en esto de los selfies, y el colegeo con los pacientes, para luego difundirlas en las redes sociales con el hashtag, nada más y nada menos, #MiMedicoMiPaciente ya que uno pensaba que no encajaba muy bien con el espíritu que, a mi juicio, debía imperar en estos temas. 



Pero enseguida deseché mis temores al ver que todo pichichi apoyaba tan brillante idea (OMC, ¿en qué estabais pensando al dar el ok a esta insensatez?) y también, tengo que reconocerlo, al notar en mis carnes esa sensación de estrella mediática que me proporcionaba tanta foto y que me generó una especie de subidón indescriptible. Mi ego se convirtió en superego.



Así que superé mi habitual timidez y me lancé a realizar cientos, que digo cientos, miles de selfies con mis pacientes, consciente de que con cada uno de ellos estaba contribuyendo a solucionar las múltiples dificultades que tenemos en este reducto de paz subyugada que es la Atención Primaria. Y con un espíritu de sacrificio numantino me he sometido gustoso a ceder mi imagen para estos fines tan altruistas y tan pragmáticos.

El poco tiempo que me ha quedado esta última semana para poder ver pacientes lo he tenido que dedicar a los varones que han acudido a la consulta, en masa y de forma inusual, preocupados  ante la rotunda campaña que han visto en prensa y redes sociales con el título de 

LA PRÓSTATA SÍ IMPORTA



Tal ha sido la repercusión que incluso ha acudido alguna señora dado que la campaña le había aconsejado que consulte a su médico, por si acaso


En fin. Solo les pido a nuestras queridas SSCC que descansen un poco y se relajen, que como continúen con este furor imaginativo, nos pueden llevar a escenarios inimaginables e incontrolables, de consecuencias imprevisibles.

Osatzen, por favor, vacunaros, que esto seguro que es contagioso.

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