lunes, 25 de abril de 2016

Un paseo por el barrio: la versión localista de la mobile health de la Atención Primaria



Viernes. 13:15 horas. Hoy ha sido un viernes normal. He pasado mis cinco horas de consulta con sus 20 minutos de descanso para un café y una visita al mingitorio. Ya, casi, se ha acabando la semana (laboral). Solo me queda una visita a domicilio. Es una visita programanda de un paciente crónico domiciliario.

Cojo el maletín y encaro la calle en cuesta con cierta energía. Pronto constato que esos seres, que no se ven pero que están y que se empeñan en "ponerme la pierna encima", lo han vuelto a hacer. La cuesta tiene mas pendiente que ayer. Es casi imperceptible pero es claro. Estos elfos de la ingeniería urbanística dotan a la cuesta de una pendiente mayor cada día. En fin, es viernes y luego, me consuelo, será cuesta abajo .

Por suerte, a poco de iniciar mi personal ascensión al Tourmalet, me encuentro con Jaime:
  • Buenos días Dr. Olalde
  • Buenos días Jaime. ¿Con la compra para casa? apunto ante la obviedad de las bolsas que lleva y de las que asoma dos barras de pan muy apetitosas.
  • Sí. A ver que me encuentro. Ana y Begoña cada día tiene la cabeza peor y me montan unos líos de cuidado ...
Jaime es el cuidador de dos hermanas mayores que él, que ya es mayor, y que están en una clara fase de pérdidas de sus facultades superiores. La charla se alarga con las anécdotas de las perrerías que le hacen sus hermanas y repasamos alguna de las posibilidades sociosanitarias que la trabajora social le ha comentado. Al cabo de un buen rato fuerzo una despedida porque el tema podría ser la base de una jornada sobre "el tercer sector" y mi visita domiciliaria espera.

Me ha venido bien la paradita y ya con bríos restaurados reinicio la ascensión. Al poco escucho que me llaman a gritos desde la otra acera de la calle. Juan se lanza como un loco a cruzar la calle por el medio de la nada. Por suerte no hay tráfico.
  • Menos mal que le encuentro. Verá lo que me ha pasado. Ayer a la noche, Bea (su mujer) y yo hemos vuelto de un viaje con el IMSERSO en Torrevieja y me he dejado las medicinas en el hotel. ¿qué hago?.
  • Tranquilo, ¿tienes para el fin de semana?
  • Sí. Nos quedaban unas pocas y aguantamos hasta el lunes.
  • Pues me llamas a primera hora del lunes y te lo arreglo

Dos pasos, solo dos pasos y me para María:
  • Ayer no puede ir a ver los resultados de mi suegra porque mi madre se puso mala. Ya puedes perdonar.
  • No te preocupes. Ya los vi y están bien pero pásate que quiero hacer otra prueba.
  • Gracias, el lunes te veo.

Ya estoy casi ante el portal del aviso. Me saluda Arantza. Casi sin detenernos intercambiamos unas palabras
  • Qué bien te veo, le digo, te has recuperado estupendamente.
  • Pues menos mal que Ud ve bien porque yo no veo ni taba, me dice con una sonrisa socarrona. A ver si paso y me da un volante para el oculista.
Ya he realizado el aviso. Todo en orden y sin cambios.

Ya cuesta abajo me cruzo con Imanol que me dice :
  • ¿Dando un paseíto por el barrio?
  • Eso, le digo, practicando "turismo urbano" que es muy educativo.
  • Te invito a un vino
  • Gracias pero voy un poco despendolado. Otro día

Me han dicho unos expertos en esto del 2.0, del internete, del icloud y todas esas cosas, que esto es lo más parecido a la mobile health pero en versión localista. Esto pasa en mi barrio y en Alcañete del Pisuerga a los médicos que practican eso de la atención primaria, sobre todo si llevas 37 años seguidos practicando "turismo urbano" en el mismo barrio como es mi caso

PD: Juro por Snoopy que lo relatado, salvo los nombres, son exacto reflejo de mi último viernes de trabajo

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿ Has probado a afeitarte la barba y teñirte de pelirrojo ? ;-)
Algunos llamamos a esto YAQUEs (ya que te veo ..., ya que estas por aquí ...)

Si es que en el fondo te gusta.